Hablemos de Bullying. Hablemos de cyberbullying.
- Soledad Castillo
- 22 jul 2020
- 4 Min. de lectura
Continuando con la línea iniciada en el posteo anterior sobre ciberviolencias, hoy me gustaría charlar sobre el Bullying o acoso escolar, una problemática que ha estado muy presente en la realidad de muchas escuelas, de los últimos años.

Se trata de una forma de acoso o maltrato sistemático, sostenido en el tiempo de manera intencional, entre niñes o adolescentes en el ámbito educativo, y que se manifiesta por razones de género, etnia, características físicas, orientación sexual, etc.
Se expresa a través de violencia física, psicológica, sexual, virtual (ciberbullying), exclusión social, etc. Entre el agresor y la víctima se establece una relación asimétrica de poder.
La permanencia de la agresión hacia una misma víctima durante un tiempo prolongado es lo que permite definirlo como bullying, y diferenciarlo de aquellas situaciones de violencia escolar que se producen de manera esporádica.
Diferentes actores forman parte o intervienen en esta problemática:
El acosador: Es quien idea el hostigamiento aunque no siempre es quien lo ejecuta. Es el líder del grupo y busca demostrar fuerza y poder.
El acosado: Si no puede defenderse ya sea física o verbalmente seguirá siéndolo hasta que otro tome su lugar o hasta que pueda haber una intervención de un adulto.
Los seguidores: que apoyan al líder. Son los que muchas veces ejecutan el hostigamiento y festejan todas las acciones del líder.
Los espectadores: son aquellos que miran en silencio sin intervenir para detener la situación, otros pueden observar y reírse, y también están los que intentan detener el hostigamiento, directamente o comunicándolo a la persona correspondiente. Estos últimos son los que corren riesgo a ser los próximos hostigados, por lo cual muy pocas veces se animan a contar lo que pasa.
El equipo docente y directivo, asi como los padres deben estar atentos y abiertos a registrar el bullying e intervenir inmediatamente, sin minimizar JAMÁS esta forma de violencia con típicas frases como “¡son peleas de niñxs!”, que solo llevan a culpabilizar y revictimizar a les niñes o adolescentes agredides.
Todos estos agentes que forman parte de la comunidad educativa, están implicados en relación al fenómeno de bullying. Ante una situación de acoso escolar es importante desarrollar diversas estrategias, donde escuela, alumnos y familias, puedan pensar soluciones en forma colectiva. Es por ello que el abordaje suele realizarse de manera institucional y grupal, con el fin de generar espacios de visibilización para trabajar en la desnaturalización de este tipo de violencia, y por consiguiente en la sensibilización y concientización. Trabajar de manera integral en la promoción de vínculos saludables y libres de violencia, empoderando a las víctimas, como así también indagando que historias hay detrás de les agresores, ya que muchas veces puede tratarse de la reproducción activa de las agresiones que pasivamente reciben en entornos familiares; habilitar una escucha y abordaje que permita a les agresores la responsabilización por sus actos.

El Cyberbullying es una de las modalidades de expresión del bullying y es tan grave como la física, la psicológica y la sexual.
Cuando la violencia o el hostigamiento se presentan a través de una red social, mensajes de texto o páginas web, es cyberbullying. Este tipo de situaciones tiene características propias: las agresiones pueden ser anónimas, la mayoría de las veces está fuera del alcance de los adultos, el hostigamiento se puede viralizar rápidamente aumentando la angustia de quien lo recibe. Esta forma es cada vez más común, por eso es importante trabajar preventivamente en la ciudadanía digital responsable y en la construcción colectiva de una Internet segura.
Por las peculiaridades propias de las plataformas digitales, se facilita la viralización de contenido sobre quien es objeto del hostigamiento, y también se emplea como un medio alternativo para la ejecución de la burla, la humillación, la agresión discursiva, y hasta de amenazas.
Entre las consecuencias psicoemocionales que genera el acoso escolar podemos mencionar: sentimientos como miedo, depresión, ansiedad, tristeza, culpabilidad, baja autoestima, humillación, aislamiento, bajo rendimiento escolar, conductas agresivas como respuesta a la violencia recibida, pudiendo llegar a maltratar a otres más débiles. Además puede presentarse una resistencia constante a ir a la escuela, síntomas somáticos, y en los casos más extremos intentos de suicidio.

A partir de la Ley 26.892, sancionada y promulgada en el año 2013, sobre la promoción de la convivencia y el abordaje de la conflictividad social en instituciones educativas, todas las provincias y escuelas del país tienen la responsabilidad de seguir trabajando por un clima escolar más pacífico y sin discriminación.
En su articulo 2° plantea como principios orientadores el respeto a la dignidad e intimidad de las personas, el reconocimiento de los valores, creencias e identidades culturales de todos y el respeto y aceptación de las diferencias, rechazando toda forma de discriminación, hostigamiento, violencia y exclusión en las interacciones entre los integrantes de la comunidad educativa, incluyendo las que se produzcan mediante entornos virtuales (el subrayado es mio) y otras tecnologías de la información y comunicación. Entre sus objetivos se propone “orientar la educación hacia criterios que eviten la discriminación, fomenten la cultura de la paz y la ausencia de maltrato físico o psicológico” en la escuela e “impulsar estrategias y acciones que fortalezcan a las instituciones educativas y sus equipos docentes, para la prevención y abordaje de situaciones de violencia en las mismas” (artículo 3, incisos b y e).
Es por todo lo dicho, que es muy importante trabajar en las aulas y en las familias sobre la convivencia escolar desde formas saludables de vínculo, con perspectiva de género y desde el paradigma de Derechos Humanos, para fomentar el respeto por la diversidad y promover también el ejercicio de la ciudadanía digital responsable.
Fuente: Infoleg, consultado el 22/07/2020 en http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/220000-224999/220645/norma.htm
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